El 2020, egoístamente hablando, ha sido para mí todo un reto. Un desafío repleto de obstáculos, donde ha predominado la incertidumbre y la adaptabilidad ha jugado un papel fundamental. Una experiencia repleta de aprendizaje y crecimiento que en definitiva, se ha convertido en un viaje hacia la conciencia y el autoconocimiento.
Un año que nos ha sorprendido a todos por un hecho común, y que sin embargo hemos experimentado individualmente de forma muy diferente.
Ha sido una gran oportunidad para crecer, para continuar ese proceso de cambio y desarrollo personal que inicié hace muchos años, y en el que he intentado superarme a mí mismo cada vez que he tenido la ocasión, saliendo continuamente de mi zona de confort.
Las adversidades traen cambios y los cambios son una oportunidad para evolucionar. La clave está en uno mismo, en la actitud y la motivación, es decir, cómo reaccionas ante las adversidades y cuál es tu motivación para adaptarte y crecer junto al cambio.
En mi caso tuve claro desde el primer momento que iba a sacarle el mayor partido posible a esta situación, y así está siendo.
La pandemia me cambió de un día para otro la vida, en resumidas cuentas, he pasado de ser Responsable de Recursos Humanos a «Amo de Casa», y de vivir fuera a volver a mi tierra, entre otras cosas.
Profesionalmente he conseguido reinventarme durante este tiempo y, además, comenzar a realizar cosas que nunca había hecho, por las cuales hace mucho tiempo sentía cierta inquietud y que simplemente, ahora, puedo decir que me apasionan.
En mi nuevo rol como amo de casa he dado el 100% y he trabajado cada día para ser el mejor marido posible, donde mi inquietud por la cocina y el buen comer me han llevado a mejorar mis dotes culinarias y disfrutar cada día de ello. Además, algo tan sencillo como almorzar, se ha convertido para mí en un gran momento, ya que en mis últimos 5 años había pasado a ser un mero trámite.
Personalmente he vivido una montaña rusa de sentimientos y vivencias, pues el choque en cuanto a ritmo y estilo de vida ha sido enorme. De manera que la adaptación a mi nueva situación no está siendo tarea fácil, pero lo bueno e importante de todo esto es que me está enriqueciendo en muchísimos aspectos internos y externos de mi vida.
Por otro lado, me está permitiendo poner en práctica todo lo aprendido durante estos años, y gracias a esto, poco a poco va tomando sentido y coherencia todo aquello que en un primer momento parecía incongruente.
Cuando uno se va y vuelve, o en términos más específicos, cuando sale de la zona de confort para ampliarla y posteriormente regresa al punto de origen, parece que todo ha cambiado y te sientes un extraño. Luego, en seguida te das cuenta de que todo sigue igual y el que ha cambiado es uno mismo.
Es en este momento cuando de repente todo cobra sentido, las piezas del puzle comienzan a encajar y empieza a verse la luz al final del túnel.
Algo que parece tan sencillo como contarlo en este artículo, os puedo asegurar que no lo es, pues todo cambio conlleva un proceso de adaptación más o menos largo, pero que, al fin y al cabo, requiere de tiempo.
Además, lo que parecía en un principio que iba a durar un mes, ya ha sumado 9 meses y continua, por lo tanto, la adaptación que en un principio parecía temporal y a corto plazo, finalmente se está convirtiendo en el día a día.
¿Cómo estoy consiguiendo sacar el mayor beneficio posible a esta situación?
Trabajando duro conmigo mismo, a través de una rutina repleta de hábitos saludables que he ido adaptando a las diferentes etapas y fases que han ido brotando durante todo este periodo de tiempo.
En mi caso, he pasado por las siguientes fases o etapas durante la Pandemia:
Confinamiento
En esta fase tocó volver a casa, lo que me produjo en primera instancia alegría y felicidad de poder estar con la familia. Además, me puse en marcha rápidamente con mi proyecto personal, cree mi web, mi blog, y comencé a crear contenido y captar clientes.
En este momento necesitaba producir, venía de un ritmo muy alto de trabajo por lo que me encontraba en buena forma para poner en marcha mi idea. Además, en este momento pensábamos que volveríamos a nuestra actividad pronto, por lo que había que dejar finalizado todo cuanto antes.
Desconfinamiento
Esta fase coincide con la entrada del verano, la euforia de poder salir de nuevo a la calle y ver al resto de familiares y amigos que aún no había podido ver, convirtiéndose en una prioridad. Tenía la misma sensación de cuando venía a pasar unos días en verano de vacaciones.
Mi nuevo proyecto estaba en marcha, había captado mis primeros clientes y parece que la actividad volvía a su curso, lo que conllevaba que pronto retomaría mi trabajo y me marcharía de nuevo. De modo que aprovechar unas semanas de verano para cargar pilas y desconectar un poco era lo mejor que podía hacer.
Incertidumbre
La situación empeora, lo que conlleva retrasar la vuelta a la normalidad e incorporarme de nuevo a mi trabajo para continuar con el proyecto que comencé en enero del 2020.
En este momento tocó de nuevo replantear todo, ya que la incertidumbre se ha apoderado de nuestro día a día y, obviamente, no podemos vivir esperando que todo vuelva a la normalidad, porque quizás esta sea la nueva realidad.
De tal forma que, empecé a construir mi rutina diaria, bien organizada, ya que estar de vacaciones más de dos semanas acaba aburriendo, al menos a mí, y más si no podemos viajar.
Rutina
Aquí inició una de las fases más importante para mí, ya que la consolidación de mis hábitos y la incorporación de algunos nuevos, han sido y están siendo la clave para mejorar y mantener mi bienestar físico y mental.
Y sin duda alguna, me están permitiendo crecer y sacar el mayor partido posible a esta situación que nos ha tocado vivir, ya que entre otras cosas, me están surgiendo oportunidades para colaborar en proyectos que me apasionan.
Para los más curiosos, ya que habéis llegado hasta aquí, os diré cuales son estos hábitos que me han cambiado la vida. Aunque dejaré detallarlos para otra ocasión, pues de lo contrario, se haría demasiado extenso el artículo.
- Madrugar.
- Ejercicio físico.
- Leer.
- Escribir.
- Coaching & Psicoanálisis.
- Alimentación.
- Descanso.
A modo resumen, como he dicho al principio, el 2020 ha sido un viaje hacia la conciencia y el autoconocimiento, donde lo más acertado ha sido superarse y ser Resilientes.
Porque no se trata solo de superar las situaciones adversas, se trata de aprender y crecer con ellas. Lo más importante es tomar conciencia de la realidad, aceptarla y encontrar todo lo positivo que nos vamos a llevar de esta situación.
Aunque cabe resaltar que leído parece fácil, os puedo asegurar que no ha sido así. Detrás de todo esto hay mucho trabajo de aceptación, concienciación, autoconocimiento y también, días malos, decepciones y nuevas realidades que afrontar. Imprescindibles en todo proceso de Crecimiento y Desarrollo Personal.
Como me encantan las citas, no podía terminar este artículo sin una del gran Victor Frankl.
Entre el estímulo y la respuesta hay un espacio. En ese espacio tenemos el poder de elegir nuestra respuesta. En nuestra respuesta se encuentra nuestro crecimiento y nuestra libertad.
Ahora que has llegado hasta aquí, te pregunto:
Y tú, ¿qué has aprendido del 2020?
Me ha gustado mucho leer este post, pues transmites tu realidad sin disfrazarla y sin lanzar un mensaje excesivamente positivo, lo que lo hace más real aún y, por ende, posible. ¡Mucho éxito en tu proyecto de coaching!
Muchas gracias por tu comentario, Ángela. Un placer que te haya gustado! Saludos!
Gran artículo, y yo como compañero y amigo, se que el artículo se ha escrito desde dentro, lleno de sinceridad, lo que lo hace más valioso para el lector. Enhorabuena por el camino que has emprendido!
Muchas gracias por el comentario y apoyo, David! Un placer haberme encontrado contigo en este camino! Un abrazo enorme!
Este 2020 ha sido sin duda uno de los años en los que más he aprendido. He aprendido a adaptarme a los cambios y he aprendido a agradecer, pero el mayor aprendizaje ha sido el de saber traducir el mensaje que te envía la vida en cada circunstancia. Tú lo describes muy bien y en mi caso, me haces sentir que no soy la única.
¡Gracias por otro nuevo artículo!
Muchas gracias por tu aporte! Me encanta lo de «agradecer», a veces no somos conscientes y perdemos la perspectiva de lo bueno, por centrarnos plenamente en el obstáculo! Gracias!
Me ha maravillado cómo has ido desgranando cada una de las etapas de esta época y cómo las has ido enfrentando. Es una idea fabulosa para revisar cómo fuimos capeando con cada una de ellas. Para mí el confinamiento fue un momento de exploración de una nueva vía de trabajo que a día de hoy se ha consolidado: impartir español online a extranjeros aplicando estrategias de Inteligencia Emocional.
Gracias Provi, me alegra saber que te ha parecido interesante! Suena muy bien tu iniciativa, enhorabuena! Espero que te vaya genial, gracias por leerme. =)
Sin lugar a dudas, no me queda más remedio que sentirme identificado con tu historia de una manera u otra. Primero gracias por compartirla, creo que es un acto, cuanto menos, muy valiente. Ayuda a normalizar este tipo de situaciones y hacer que nos sintamos un poco menos solos, pues todos nos hemos visto afectados por este fenómeno coyuntural que no ha dejado a nadie indiferente. En segundo lugar, gracias por tus sabios consejos, ya me he apuntado unos cuantos tips para mi rutina diaria. Y para terminar, gracias por ser tan inspirador y optimista. Creo que cualquier lector terminará esta entrada con una sonrisa y ganas de seguir luchando por sus sueños. ¡Un abrazo y a seguir!
Hola Álvaro, muchas gracias por tu gran comentario, desde luego, es muy enriquecedor! Me alegra saber que te ha inspirado y servido de ayuda, de eso se trata todo esto! Gracias de nuevo por tu aporte, un abrazo!
Este año a mí me ha acercado al estoicismo. Leí «How to be a Stoic, ancient wisdom for modern living» de Massimo Pigliucci. Muy recomendable para estos tiempos de vida frugal que nos toca vivir.
Pablo, que grande, la importancia de la filosofía en tiempos de crisis… Me lo apunto! Gracias por el aporte! Abrazos!
Muy buen post, gracias por aportar tu experiencia personal y por ayudarnos a ver que no somos tan diferentes unos a otros. Todos pasamos por fases buenas y menos buenas, nos enfrentamos a miedos e incertidumbres y nos planteamos cambios… La gran diferencia radica en como nos enfrentamos a ellos y como somos capaces de aprender y crecer como personas y sacar algo positivo de toda circunstancia, por negativa que sea.
Muchas gracias por tu ejemplo y por darnos ideas sobre cómo superarnos 🙂
Saludos