¿Y ahora qué?, la pregunta del millón que muchos se están haciendo en estos momentos y para la cual no hay una respuesta certera, ¿o quizás sí?, veamos.
Hoy en día nos movemos en un entorno en constante cambio, donde la mejor competencia que pueden tener empresas y personas es la alta capacidad de respuesta para reaccionar ante situaciones imprevistas y adversas, saliendo victorioso de ellas.
Para los que no sepáis que es un entorno VUCA, os cuento, en el ámbito de Recursos Humanos se denomina así al contexto cambiante en el que se mueven las empresas actualmente, y por consiguiente las personas. Las siglas de VUCA, hacen referencia a un acrónimo en inglés que está compuesto por cuatro términos: Volatilily, Uncertainty, Complexity y Ambiguity.
- Volatilidad: Incremento de sucesos y velocidad de estos, que provocan los cambios a los que debemos hacer frente hoy.
- Incertidumbre: Escasa visibilidad para prever la situaciones y acontecimientos que se van dando, así como la capacidad para anticiparse.
- Complejidad: Dificultad para entender y manejar las situaciones dentro de este contexto, debida a la baja conexión entre las causas y los efectos.
- Ambigüedad: Incapacidad para conceptualizar con precisión los diferentes elementos presentes en el entorno.
Bien, llegados a este punto la reflexión debería estar clara y sería algo así como, ¿qué debo hacer para sobrevivir y adaptarme a un entorno VUCA?, o ¿qué necesidades surgen en las áreas de RRHH en cuanto a la Gestión del Talento? Ambas preguntas son claves a la hora de preparar la estrategia para salir airoso, tener éxito y alcanzar los objetivos marcados dentro de este contexto.
Desde mi punto de vista, una vez más la piedra angular de este asunto son las personas, que acompañadas de la tecnología desarrollan y ejecutan el plan estratégico para hacer frente a este proceso de transformación al que nos enfrentamos, y en este punto hago mención a lo que dijo el psicólogo norteamericano Hendrie Weisinger: “La Inteligencia emocional es útil en tiempos de bonanza, imprescindible en tiempos de crisis”.
Por ello, un camino adecuado que podemos tomar en estos momentos es el desarrollo de las Soft Skills o habilidades blandas, las cuales, ya juegan un papel fundamental en el entorno profesional/personal. Cuando hablamos de soft skills, hacemos mención a las capacidades emocionales que tienen las personas tanto a nivel interior (autogestión) como exterior (gestión de las relaciones) y que son las que nos proporcionan un adecuado comportamiento ante las situaciones adversas.
Algunas de las soft skills más demandadas actualmente por las empresas son: Asertividad, Resiliencia, Gestión de Conflictos, Liderazgo Emocionalmente Inteligente, Adaptabilidad, Pensamiento Crítico o Empatía. Hablaremos de ellas más adelante en otro artículo, pues se nos haría muy extenso desglosarlas aquí.
Podemos decir que son las Hard Skills o habilidades técnicas, las que nos han abierto las puertas al mundo laboral, pero son las Soft Skills las que nos mantendrán en él, lo que también nos lleva a la siguiente conclusión, un buen equilibrio entre ambas será la clave del éxito para mantenernos a flote en este entorno VUCA. Por otro lado, pienso, cuanta más inteligencia artificial aterriza en nuestro entorno con el desarrollo tecnológico, más inteligencia emocional debe entrar por el lado humano.
Entonces, la pregunta que debería surgir ahora sería tipo, ¿en qué punto de la balanza debo poner más peso para equilibrar mis habilidades emocionales y técnicas?
Si tu respuesta ha sido “habilidades emocionales”, que es lo más probable, ya que nos encontramos actualmente ante la generación más preparada de la historia tal y como comenté en mi artículo “Reinventarse: Millennials en busca de la felicidad”, te cuento brevemente de qué forma puedes desarrollar tus Soft Skills para sobrevivir al entorno VUCA.
Desarrollo Personal, Autoconocimiento e Inteligencia Emocional a través del Coaching, sin duda una palanca clave que te permitirá, entre otras cosas:
Calibrar pensamiento, emoción y acción, proporcionándote una visión clara de las situaciones, permitiéndote ver de forma positiva opciones y oportunidades de cambio dentro de un entorno volátil y complejo.
Aumentar tu capacidad de aprendizaje y toma de decisiones, optimizando la gestión del tiempo en situaciones de incertidumbre y complejidad.
Ahora que has llegado hasta el final, que responderías a la pregunta inicial ¿y ahora qué?
Todo desarrollo personal tanto en el mundo laboral, como en el de cualquier tipo de relación, debe empezar por esa tarea que hace muchos siglos nos recomendó Platón: Conócete a ti mismo (γνωθι σεαυτόν). Lo que apuntas como “autoconocimiento”.
El entorno VUCA es consecuencia de la globalización y de la transformación de la “sociedad tradicional” en la “sociedad líquida”, (término que acuñó Zygmunt Bauman), en la que pocas cosas son seguras, en la que se volatilizan y se licúan valores, conciencia colectiva y todo tipo de aprendizaje anterior. Por eso es tan difícil la subsistencia en el mundo laboral de hoy (y en el mundo de las relaciones afectivas también).
¿Y ahora qué? Pues, a reinventarse; “a salir de lo que soy para convertirme en lo que puedo ser, empezando por el autoconocimiento”.
Muchas gracias por tu comentario y aporte, Manuel. Muy interesante reflexión. Saludos.
Muy interesante contenido
Muchas gracias, Juan Francisco. Saludos.